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Escrito por

Marcelo Koth

 

¿Cómo te definís?

Me defino desde lo artístico como actor, coordinador de talleres de teatro y director de teatro en ese orden. Desde lo personal puedo decir que soy extremadamente pasional, de hecho hasta me he llegado a enfermar de tanto que le meto el cuerpo.

 

¿Creés que a los artistas se les tiene en cuenta a la hora de desarrollar nuevas políticas culturales en nuestro país?

 

Indefectiblemente tiene que ser así. El artista es el que puede llegar a concretar pacientemente porque tiene tránsito y tiene experiencia en lo que su actividad corresponde.

Obviamente no se puede dejar al margen que los colores políticos se ponen en juego para establecer o determinar las políticas culturales.

 

¿Qué políticas culturales que se llevaron o llevan a cabo destacarías? ¿Qué nuevas políticas culturales creés que se deberían desarrollar? ¿Quiénes deberían participar en la definición de dichas políticas?

Ahí tenemos que entrar en algo de  contexto histórico. Desde el advenimiento de la Democracia hasta acá, de lo que propuso Alfonsín en su momento que fue de potenciar lo culturalmente establecido que estaba cercenado por el gobierno militar, pasando por una propuesta de igualdad que propuso Cristina Fernández donde combinaba la tecnología para poder desarrollar mayores propuestas productivas desde el arte, y Mauricio Macri entendió que todo pasaba por lo económico y propuso la idea de becas o subsidios que, en cierta manera, algunos artistas les llegó y otros obviamente no pudimos acceder a ciertas cuestiones.

Es complejo el tema, siempre hay mucha propuesta aunque cuesta concretarlas. Creo que mayor difusión tendría que generarse, un sistema, un programa de para que podamos hacer visible todo lo que estamos haciendo. Hoy por hoy es bastante precario y cuesta mucho conseguir espacios que nos lleguen a proponer la idea de difundir lo que estamos haciendo. Yo vengo pregonando de hace varios años la idea que se pueda conseguir concretamente un programa de mayor difusión para los artistas.

Y en cuanto a políticas culturales deberían participar los artistas, es inherente que tienen que estar pero al mismo tiempo entiendo que también  tienen que ser personas idóneas e interesadas que se las pueda capacitar para que tenga ese deseo de promover y proyectar lo que es la cultura en su concepto general.

 

¿Qué te parece la situación actual del arte?

Antes dos cuestiones, porque hay que entender el arte por un lado y la cultura por el otro. Si bien van de la mano, o se puede entender que van de la mano, el arte tiene una cuestión de resiliencia bastante interesante, tiene su espíritu y esa cuestión de trascender en el tiempo.

Según pasan los años y es como que va adquiriendo mayores herramientas para seguir estando, por momentos molesta. Cuando digo eso es que produce una cuestión muy compleja de cambio y de crisis pero, al mismo tiempo, entiendo que en su momento históricamente aparecieron los griegos y trascendieron. Hoy por hoy nos seguimos tomando de esas herramientas que ellos dejaron para que nosotros podamos desarrollar así que entiendo que el arte va a seguir estando y es necesario desde la comunidad toda.

 

Pensando en los últimos diez o veinte años, elija obras o muestras de otros artistas de Bahía que, a su criterio, son fuertemente significativas y cuente por qué. 

El establecimiento o la creación de la Comedia Municipal que hace 27 o 28 años y que siga estando me parece un evento extraordinario. Tuve la suerte de participar en varias oportunidades y puedo decir que es una experiencia maravillosa.

Pero concretamente puedo nombrar que en el 2009 llevé a mis hijos, en unas vacaciones de invierno, al Teatro El Tablado a ver la obra El payaso de Oz. Lo menciono esto por lo que produjo en mis hijos como espectadores y lo que produjo en mí, me quedó en la retina por todo el despliegue. Además mi nena se subió al escenario, una de las primeras veces, porque se había caído un almohadón.

Después obviamente hubieron muchos eventos y muchas cuestiones de importancia que hoy puede ser que hayan quedado en el olvido pero que siempre aparecen en esa memoria colectiva.

 

¿Qué dificultades encontrás trabajando en Bahía? ¿Qué beneficios?

Van los dos de la mano. Las dificultades promueven el beneficio, lo que si puedo destacar que congeniar voluntades es una gran dificultad desde el punto que se quiera. Desde poder conseguir un subsidio para generar una producción o conseguir armar un elenco donde se unan horarios, ganas, etc. Esas son las dificultades que si se logran congeniar todo eso el beneficio es muy grande.

El beneficio particularmente puedo decir que concretar la producción de un espectáculo teatral es muy beneficioso.

 

¿Con qué otros artistas estableciste relaciones y en qué lugares de la ciudad?

Tuve la oportunidad de participar en varios eventos arriba del escenario como actor, abajo del escenario como director, en una sala como coordinador de talleres, siendo convocado para ser jurado o como en esta oportunidad que me convocaron para organizar un festival de teatro.

Me he encontrado con varios artistas de distintas ramas. Si vamos a ponerles nombres propios puedo nombrar Manu Angelini, un gran músico, puedo nombrar artistas plásticos como Darío Barco, Juan Valenzuela, Agos Amigo, y después bueno los grandes maestros directores que tuve como Jorge Nayach, Silvia Di Paul, Guillermo Cacace y los hermosos colegas actores y actrices.

Siempre tuve esa inquietud de ver a un colega arriba de un escenario y decir “Qué ganas tendría de trabajar”. La Comedia Municipal me dio muchas oportunidades de trabajar con esos colegas y puedo nombrar a Anabella Degásperi, Pablo Wohl, Fernando Esparza, Gonzalo San Millan y la lista es larga…

 

¿Cuándo empezaste a interesarte por el arte?

Yo empecé a mis 15 años metiéndome en la comunicación, más que nada en la producción en radio y de atender un teléfono en aquella época que se llamaban para mandar saludos, pedir algún tema musical, etc.

Después pasé a hacer piso en lo que fue las apariciones de las FM acá en Bahía Blanca en el año 90, 91. Luego, por curiosidad, empecé a pernoctar en distintos talleres de teatro no con mucha continuidad pero si viendo a ver de qué era la movida y qué tipo de gente iba a esos talleres.

En el 2012 tuve la convocatoria de un colega pampeano para ir a acompañarlo en la conducción de un taller para adolescentes y puedo decir que desde ese momento fue donde ya le agarré la vuelta para hacer de esto algo más cotidiano.

 

¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente?

En el 2001, crisis, me quedo sin laburo y ya venía con esta idea de pernoctar en distintas cuestiones y dejar de ser un hobby para empezar a formarme. En el 2002 fue mi primera subida a un escenario.

En el 2014 fue la primera convocatoria de la Comedia Municipal y ahí ya venía formándome como coordinador, como Director, como actor y ahí decidí que esto iba a ser mi ingreso.

 

¿Cuáles son tus influencias o referencias más directas?

Me gusta mucho Ian McKellen, me gusta mucho Cate Blanchett. Si venimos más a nuestro terruño podemos hablar de Norma Aleandro, de Erica Rivas, Diego Peretti, Rodrigo de la Serna.

En cuanto a los colegas de acá los aprecio un montón, me parece incorrecto que mencione alguno porque con todos los que trabajé los disfruté y personalmente a ellos ya les dije quienes me gustaban sus laburos.

 

¿Cómo definirías tu obra? ¿sentís que ha habido algún tipo de evolución en tu obra?

La broma recurrente es que soy un actor de método, voy a aclarar que tengo mis Toc’s pero me gusta mucho el trabajo de investigación para conseguir mayores herramientas para brindarle a los personajes que tengo que construir o para indicar cuestiones necesarias a la hora de dirigir. Obviamente esto se potencia cuando planifico la propuesta de un taller.

Y evolucionar tenemos que estar en constante evolución, no solamente por nosotros, porque el cambio de paradigma es más frecuente que antes.

Las famosas modas, los famosos estilos pero al mismo tiempo también el espectador está más exigente y post pandemia se puso más exigente porque se involucró en el aspecto económico. A lo que voy es que quien paga una entrada quiere hacerla valer, entonces sino evolucionamos corremos un riesgo.

En un registro electoral me gusta proponer la idea de lo polifacético y de adquirir herramientas constantemente para seguir formándome paulatina.

 

¿Cómo creés que ha sido tu transformación artística a lo largo de los años?

Compleja y muy satisfactoria. De ser un curioso oyente de una charla de un seminario de un taller de teatro a empezar a indagar mucho más y a formarme en lo que básicamente hago que es teatro.

Fue paso a paso, nunca apuré la cuestión y siempre me tomé mi tiempo. Sino estoy preparado para asumir una responsabilidad dentro de un proyecto me gusta esperar, me gusta prepararme bien como para estar dispuesto.

 

¿Próximo proyecto?

Estoy armando un elenco para un texto que ya elegí que tengo ganas de dirigir. Me invitaron a participar de un proyecto que va a dirigir Jorge Nayach con texto de Héctor Brusa.

También estoy cerrando la muestra del seminario taller que estoy dando y obviamente dispuesto y abierto a todo llamado.

 

Dónde naciste, a qué escuela fuiste, a qué club, dónde vivís ahora (barrio)

Nací acá en Bahía, en el Hospital Militar.

Hice la Primaria en el Don Bosco y la Secundaria en el colegio La Asunción en lo que se conocía como el seminario hasta segundo año y de ahí me mudé a Buenos Aires así que lo terminé allá.

En cuanto a clubes jugué al fútbol en Pacífico, Olimpo y Liniers. Después cuando me fui a Buenos Aires tuve la suerte de jugar en Racing y en Vélez. Pero la famosa colimba me cortó la posibilidad de ser un profesional del deporte.

Actualmente vivo en el Barrio Mi casita, en Zapiola al 3100.

 

Ping Pong

 

Un lugar: Mi casa, soy muy casero. Pero si vamos a lo geográfico me gusta mucho las sierras y si tengo que determinar un lugar propiamente dicho me gusta mucho la Provincia de Tucumán.

 

Un libro: El Señor de los Anillos, la saga completa

 

Un cómic: Joker

 

Una película: Megamente

 

Una canción: Otro ladrillo en la pared de Pink Floyd o Ell milagro de Queen.

 

Un artista: Me gusta David Gilmour. Y no sé si son artistas pero me cabe mucho la propuesta de Felipe Pigna y de Darío Sztajnszrajber.

 

Un museo o centro artístico: el MALBA

 

Una obra de teatro: La Nona de Tito Cossa. Tuve la suerte de ser convocado para la Comedia Municipal cuando la hicimos acá.

 

Un recuerdo: el nacimiento de mis hijos que tuve la suerte que distintos obstetras que atendieron a mi señora me dieron la posibilidad de darme las tijeras para que les corté el cordón. Y en lo profesional el 2014 el estreno de Mustafá en la Comedia Municipal dirigida por Guillermo Cacace.

 

Por Julián Etchande

 

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