Homero Bimbo
¿Cómo te definís?
Soy una persona que le gusta el arte, le gusta cantar, me gusta experimentar, escribir y me gusta estar con la familia. Soy una persona dinámica, me gustan los cambios pero más me gusta que eso genere en mí y en los demás cambios más profundos. A partir de eso, desde lo personal, que me lleven a experimentar nuevos lugares y nuevas sensaciones.
¿Creés qué a los artistas se les tiene en cuenta a la hora de desarrollar nuevas políticas culturales en nuestro país?
No creo, aunque a veces sí. Creo que debería tenerse en cuenta más a los y las artistas, a los y las trabajadores de la cultura, a quienes gestionan esos ámbitos donde se deciden los presupuestos culturales.
Nosotros acá en Bahía tenemos una legislación de avanzada y, sin embargo, no se le hace mucho caso o quieren darla de baja.
Por ejemplo el Consejo Consultivo debería ser vinculante y es algo que deberíamos lograrlo. El Consejo Consultivo conformado por trabajadores de la cultura, productores, productoras y organismos que tengan que ver con los y las artistas sea totalmente vinculante a la hora de definir presupuestos y acciones culturales.
¿Qué políticas culturales que se llevaron o llevan a cabo destacarías? ¿Qué nuevas políticas culturales creés que se deberían desarrollar? ¿Quiénes deberían participar en la definición de dichas políticas?
El reparto de libros o de elementos a las escuelas es una política cultural que durante el Kirchnerismo fue muy fuerte y me parece muy acertada porque lleva expresiones artísticas como son los libros al alcance de todos, de personas que no por ahí no tienen acceso. Por ejemplo la otra vez fui a una escuela y encontré que incluso hay libros de Galeano aportados por Cristina o por Néstor (Kirchner). Después el poner en valor a centros culturales como el Centro Cultural Kirchner también me parece un gran esfuerzo y algo importante para destacar.
Hay políticas culturales que generan inclusión que son las que yo más destacaría.
Y deberían participar obviamente el artista, trabajadores de la cultura, gestores culturales y los barrios en general. Creo que así como el Consejo Consultivo debe ser vinculante también debe haber Consejos Consultivos barriales formados por sociedades de fomento, por entidades, por centros culturales barriales, por clubes donde ellos también tengan una dinámica de decir qué es lo que se necesita en cada barrio.
Hay muchas cosas que son necesarias pero siempre las gestiones culturales terminan llevando a los barrios lo que piensan que necesitan y muchas veces los barrios necesitan otras cosas.
¿Qué te parece la situación actual del arte?
El arte para mí es como la salud, es totalmente necesario y no es un mercado.
Lamentablemente hoy el arte también es un mercado porque el capitalismo todo lo mercantiliza. Creo que el arte si bien no debería ser un mercado porque debería ser accesible a todos y a todas, pero si los trabajadores del arte como los trabajadores de la salud deberían recibir un salario digno para desempeñar, desarrollar, crear, generar y gestionar arte.
Eso es muy difícil alcanzarlo porque generalmente la gente o los Estados no tienen una política hacia el arte y la cultura como la tienen con una política Impositiva, Económica, de Salud o de Educación. Van trabajando un poco sobre la emergencia y no sobre una política más desarrollada, entonces es más difícil lograr eso y también que la gente comprenda que el arte y la cultura es un derecho humano y es necesario.
Creo que durante esta pandemia se comprendió más que el arte era necesario para el ocio y para tener una mejor calidad de vida.
Pensando en los últimos diez o veinte años, elija obras o muestras de otros artistas de Bahía que, a su criterio, son fuertemente significativas y cuente por qué.
Hay un montonazo de artistas que quiero mucho y no me gustaría dejar afuera, pero la última que me pareció maravillosa fue Anarquía Marítima con Vir Falcón. Es una expresión artística que vale la pena ir a ver, disfrutar y maravillarse con lo que hacen.
Después todo lo que hace el querido amigo Pablo Wohl también, no solo como excelente actor sino como excelente director.
El Festival de Teatro me parece muy rico y muy lindo que lo hace Juan Caputo.
Bueno hay millones de experiencias artísticas para disfrutar en Bahía.
¿Qué dificultades encontrás trabajando en Bahía? ¿Qué beneficios?
Voy a hablar de los beneficios que encuentro. Yo en Bahía ya encontré mi público objetivo que por ahí sigue lo que hago y eso es algo maravilloso con el cual tenemos una comunidad. Nos vamos nutriendo, retroalimentando y somos una comunidad de gente que nos vamos moviendo en el mismo marco. Eso para mi es beneficioso porque ya al tener esa comunidad conformada de gente que gusta de lo que hago, es como que estoy un poco más cómodo haciendo y expresándome.
Las dificultades que encuentro es de apoyo nivel estatal local. No hay una consulta hacia los artistas ni a los trabajadores de la cultura sobre qué necesitan y qué están haciendo como para apoyar esas acciones. Hay un montón de acciones de artistas, trabajadores y trabajadoras de la cultura que se hacen en Bahía y muy pocas son apoyadas o incentivadas por el gobierno local. Ahí hay una dificultad y es importante para el artista tener un apoyo porque es muy difícil vivir solamente del arte que es un gran trabajo no solo por las horas de ensayo sino por las horas de creación, por el desgaste físico y mental que genera.
¿Con qué otros artistas estableciste relaciones? ¿en qué lugares?
Yo establecí relaciones familiares con otras artistas porque mi familia está rodeada de artistas, actrices, artistas plásticas. También con trabajadores que se encargan de la escenografía, que se encargan del laburo de vestuario, con otros cantantes con los cuales conformamos bandas, músicos, músicas, etc.
Después también desde mis programas. Yo tengo dos, uno en tele “El Tren de Homero” en Telefe, y otro en la radio “Somos como Somos”, donde invito a artistas de diversas disciplinas a mostrar lo que deseen o hablar. Es una especie de ventana abierta para que ellos y ellas puedan mostrar lo que hacen. También la difusión es muy importante para nosotros y nosotras, creo que no hay ningún ente ni ningún medio que se dedique exclusivamente a apoyar a la difusión de artistas locales. Es muy difícil lograr una difusión, creo que desde mis programas quiero que funcionen también para eso.
¿Cuándo empezaste a interesarte por el arte?
Desde chico me gustó hacer arte, creo que todos y todas hacemos eso. Nos interesamos por el arte porque es indisociable al espíritu humano va en la génesis del ser humano no hay nadie que no se interese por el arte. Desde que ves una película, un libro, todo el mundo se interesa desde chico o chica por el arte.
Yo cuando era chico dibujaba después empecé a cantar y luego me pareció interesante escribir. La gente te va reconociendo o va disfrutando lo que vos hacés y eso te va nutriendo.
¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente?
Profesionalmente decidí dedicarme cuando ya era grande. Yo ya cobraba por hacer lo que hago, que es artístico, pero no me alcanzaba para vivir. El día que decidí dejar de trabajar en otra cosa que no sea el arte, porque yo trabajaba en una financiera y dije “bueno voy a dejarlo para arriesgarme a trabajar con el arte”. Ese día creo que pensé que lo que hacía era profesional, me lo creí y empecé a luchar para que eso también sea reconocido.
Creo que el arte es político, no solamente profesional, porque si no luchamos porque esto sea respetado como un trabajo digno y necesario no lo vamos a lograr nunca.
¿Cuáles son tus influencias o referencias más directas?
En el canto Mercedes Sosa, la escuchaba desde siempre. Es para mí una referencia al momento de cantar y me parece que una gran intérprete pero también una gran formadora de conciencias.
¿Cómo definirías tu obra? ¿sentís que ha habido algún tipo de evolución en tu obra?
Muy variada. Creo que humildemente hemos podido construir en Bahía una dinámica con las familias que no solamente disfruten las canciones y las obras de teatro del Tren de Homero sino que también piensen sobre cosas como la diversidad, el valor de la amistad, la empatía con la otra o con el otro.
Creo que hemos podido lograr eso, que la familia se diviertan y al mismo tiempo piensen y conversen sobre estas cosas. La diversidad, que es un eje central para nosotros, el valor intrínseco necesario de ser diversas y diversos, de aceptarnos, de convivir sabiendo que eso es lo natural. La diversidad es natural y seguimos defendiendo esa bandera.
Yo definiría mi arte desde generar cosas para conversar con el público.
¿Cómo creés qué ha sido tu transformación artística a lo largo de los años?
He probado diferentes ramas del arte porque empecé dibujando, después decidí seguir cantando, luego componiendo.
Empecé cantando folklore y tango primero con el gran maestro Anibal Vitali, un gran maestro, y con Hugo Marozzi en Bahía.
Ha sido una transformación que yo siento que fue rápida pero cada cosa me dejó su enseñanza.
He ido probando dentro, del gran abanico que es el arte, la gran diversidad de cosas que me hacen feliz.
¿Próximo proyecto?
La Descamisada hoy está dando vuelta en Capital Federal y en toda la provincia pero estoy escribiendo otra obra, le estoy poniendo mucho amor a un musical nuevo que todavía no tiene nombre pero espero poder estrenarlo. Además, como todos los años, en julio del año que viene en las Vacaciones de Invierno estamos ensayando para seguir con las funciones del Tren de Homero y obviamente seguimos en la tele y haciendo cosas con mi esposo Daniel Llamas.
Dónde naciste, a qué escuela fuiste, a qué club, dónde vivís ahora (barrio)
Nací en el barrio Noroeste, acá en Bahía. Un barrio hermoso lleno de sol, con una plaza maravillosa que es la plaza Mariano Moreno. Nací en una familia que me hizo muy feliz, a pesar de no tener papá porque falleció antes de que yo naciera, mi vieja no dejó que me faltara nada ni a mis hermanas tampoco. Nací lleno de felicidad, un privilegio porque no todos ni todas pueden decir eso.
Yo primero fui al antiguo Colegio Pedro Goyena porque mi mamá trabajaba ahí, era profesora. Hasta que por cuestiones de la vida nos pasamos a la gran Escuela 22, que está en calle Almafuerte, de la que tengo hermosos recuerdos. Creo que la escuela pública es invaluable lo que se vive, lo que se genera, lo que se experimenta y el amor con el que te nutren es maravilloso. Después fui al Colegio Nacional, turno tarde, del cual también tengo recuerdos hermosos y finalmente a la Universidad Nacional del Sur.
En cuanto a clubes en realidad no soy futbolero, no soy muy deportista. Pero me siento identificado con Club Pacífico porque cuando era chico mi primer cuñado, que era el novio de mi hermana mayor, me llevaba a ver los partidos de básquet. Ahí sentí como una identificación porque me divertía. Después mi primo, con quien tengo una relación de amistad desde la infancia, empezó a jugar en el Club Pacífico así que era como volver a ese amor.
Actualmente vivo en el barrio Bahía Blanca pero pasé por Villa Mitre durante un tiempo largo. Es un barrio hermoso y maravilloso, es como otra ciudad literalmente.
Ping pong
Un lugar: La plaza del Noroeste
Un libro: tengo tres que son de mi cabecera, están en mi mesa de luz. “Dios nació Mujer” de Pepe Rodríguez, “Diosas” de Joseph Campbell y “La Compañera Evita” de Galasso.
Un cómic: La sonrisa asesina.
Una película: La vida de Brian.
Un artista: Mercedes Sosa.
Un museo o centro artístico: el Museo Evita cada vez que lo visité lloré.
Una obra de teatro: voy hacer autorreferencial porque me llena de orgullo la obra La Descamisada.
Un recuerdo: bueno me viene a la mente siempre que estoy en problemas, estoy triste o bajoneado un recuerdo de mi infancia. Yo era muy chico y es algo que me quedó grabado: Mi mamá me dejaba en el cochecito y yo intentaba empujarlo hasta que me di cuenta que podía empujarlo con la pierna, es decir empujar la rueda. Entonces digo pero si vos empujaba el cochecito con la pierna, cómo no vas a poder salir de esta. Ese recuerdo es el que me motiva siempre a seguir adelante.
Por Julián Etchande
