Santiago Vavrin
¿Cómo te definís?
Una persona muy dinámica, me gusta estar ATR haciendo algo todo el tiempo.
Siempre tengo que estar buscando algo para hacer, me gustan los idiomas, me gusta la música, estudio, hago ejercicio, me junto con mis amigos. Cada cosa tiene su parte en mi vida que siempre tienen que estar.
¿Creés qué a los artistas se les tiene en cuenta a la hora de desarrollar nuevas políticas culturales en nuestro país?
El término política cultural es complejo y abarcativo. El tema del arte es que podés hablar de un montón de cosas. En cuanto a la pregunta yo creo que en ciertos aspectos sí y en otros aspectos no tanto.
La política cultural sale más que nada del propio artista y se basa acorde a las necesidades que se encuentran en ese momento. Yo creo que de a poco se va dando pero necesitamos una mejor cuna del arte para que pueda seguir haciéndose.
¿Qué políticas culturales que se llevaron o llevan a cabo destacarías? ¿Qué nuevas políticas culturales creés que se deberían desarrollar? ¿Quiénes deberían participar en la definición de dichas políticas?
Se nos ocurrió una ideaza con Tomi Fernández y los chicos que es hacer talleres de arte o, más que nada, de lo que vivimos nosotros como una creación de una banda. Esto implica que haya un fotógrafo, un iluminador, un sonidista y todas esas personas que por ahí uno cuando va a haber una banda no lo nota. Estaría bueno contarlo en los colegios secundarios de la ciudad. Es que nos tocó hace dos o tres meses ir a Monte. Ahí dimos un taller acorde a nuestras experiencias vividas y que los chicos pudieran llegar a captar o a interesarles porque creo que Arte es una materia super importante y por ahí muchas veces subvalorada.
Y deberían participar primero, antes que nada, el artista. Yo creo que tienen el conocimiento base y saben qué necesidades hay. Inclusive a los mismos que están envueltos, como nosotros, en el arte nos es complicado porque existen otros grupos artísticos.
En nuestra banda que es Indie-Rock las necesidades en un evento no son las mismas que en uno de Electrónica, que hoy se está dando mucho en Bahía Blanca. Hay que saber escuchar entre todos lo que se demanda, porque hay mucha carencia de un montón de cosas y hay que suplir esa necesidad.
¿Qué te parece la situación actual del arte?
Complicada. Creo que los jóvenes y el artista en sí, que ve ese futuro en el arte, lo va luchando y va saliendo a pelear. Yo siempre pongo mi ejemplo porque es el que vivo y el que conozco. Mi realidad con los chicos del Motín de Aranjuez es que llegamos a hacer, por cuenta propia, para movernos, laburar y salir a vender pizzas.
Hasta el día de hoy miramos las cosas que llegamos a hacer y nos llena. Eso es un avance para Bahía y para la cultura.
Pensando en los últimos diez o veinte años, elija obras o muestras de otros artistas de Bahía que, a su criterio, son fuertemente significativas y cuente por qué
La realidad es que hay un montón de arte relevante en la ciudad. Nosotros por ahí siempre ponemos el ejemplo con Milton Amadeo, que es un artista que pudo salir y hacer sus herramientas a partir del arte local. Quieras o no acá en Bahía hay muy pocas herramientas como lo hay en comparación a Buenos Aires y lo que te puede ofrecer. Ya sea por los servicios, los recursos, oportunidades, recursos humanos y un montón de otras cosas.
Nosotros siempre con los chicos del Motín encaramos a eso, a la gente que tenga ganas de laburar siempre es bienvenida y eso hace que mueva una economía también atrás. Por ejemplo hacer un show en Monte Hermoso implicó nafta, restaurantes y eso es lo que no se tiene que perder de vista. Ese es el verdadero motor de la cultura, creo yo, y va más allá de una banda. También sucede en una obra de teatro o en una presentación de fotos, por eso hay que dar la oportunidad y espacio a esas artes también.
¿Qué dificultades encontrás trabajando en Bahía? ¿Qué beneficios?
Actualmente afrontar costos y gastos para el artista que tiene que poner mucha plata a la hora de salir a tocar y es desgastante.
Nosotros nos juntamos dos o tres veces a la semana a ensayar unas horas y te cansa. A la hora del show, que vos lo das todo con tu amor por el arte, quizás la gente no lo aprecia porque tampoco comparte eso o simplemente es cranearla y tomar esto como algo profesional. Pero para eso la otra parte también tiene que acceder y que podamos llevarlo a cabo.
¿Con qué otros artistas estableciste relaciones? ¿en qué lugares?
Somos muy compinches con los pibes de Umami. Es una banda jazzera muy buena que los músicos que están, además de como calidad son unos cracks, son grandes personas. Siempre compartimos nuestras éticas y morales con la banda y con nuestros allegados, con la gente que nos va a escuchar. Ahí hay mucho arte.
¿Cuándo empezaste a interesarte por el arte?
Desde pibito mi vieja me cantaba, mi abuela también y cantábamos en casa. Mi abuelo después me regaló una guitarra que aprendí a tocar más de grande. Ya en la adolescencia con los viajes del secundario salía a guitarrear canciones con los chicos, fogata y de cara rota.
Luego se fue formalizando con alguna que otra bandita de cumbia y ya ahora, antes de la pandemia, Tomi Fernández en uno de los de los paradores de Monte me dijo: “Che Santi escuché que estás haciendo esto, que tenías ganas de hacer una banda con temas propios”. Así que ahí le metimos para adelante y es algo que nunca había experimentado el hacer unos temas propios, empezar a pensar en un formato de una banda bien armada.
Hicimos un par de ensayos, empezamos a escribir temas y a los tres o cuatro meses fue la primera fecha en El Peladero. Fue gente, la movimos, la pasamos bien y hubo buena onda que es lo más importante que se empatice el ambiente con el arte que hacés. Si hay gente incómoda en el ambiente hay que evitarlo sabiendo que vos formás con tu empatía y con tu amor a ese público.
¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente?
Es una pregunta super interesante. La mirada de la sociedad sobre el profesionalismo por el arte viste que es una línea muy imaginaria que cada uno la establece dónde quiere. Yo creo que después de las primeras dos fechas, en El Peladero y Punto F, dijimos “bueno che dale, vamos a meterle” y empezamos a priorizar cosas. Por ejemplo los tiempos que sean muy equivalentes a los de tus compañeros porque también están dejando laburo, o están dejando horas para estar con la familia o con la novia, novio o lo que sea.
De a poco como que te das cuenta que todos tiran para el mismo lado y te dan más ganas todavía de seguir, en mi caso, dedicándome a estas cosas porque se ve progreso y los pibes están en la misma.
¿Cuáles son tus influencias o referencias más directas?
Siempre nos gustó escuchar bandas indies con los chicos. Nos juntábamos en los primeros ensayos a escuchar Bandalos Chinos y Usted Señalemelo que son bandas que nos llegan por los sonidos y por el momento que estamos en el 2022.
Pasamos por un montón de cosas antes. La banda se formó, luego se vino en el medio la pandemia y tenés que empatizar también con eso.
Esas bandas que ya están formadas están en otro lugar, por lo general en Capital que como dije antes están la mayoría de los recursos.
¿Cómo definirías tu obra? ¿sentís que ha habido algún tipo de evolución en tu obra?
Los primeros singles de la banda fueron eso, probar, subir uno, dos, tres y estaban buenos. La gente se copó hasta que este año, cuando terminamos de grabar en la Biblioteca Rivadavia que tuvimos la fecha, editamos todo para tener las canciones que no habíamos subido. Así que ya está la segunda parte del disco que le dimos un estilo, una imagen ya que hay diseñadores gráficos trabajando. Los clips que grabamos en la Biblioteca en vivo tienen todo un sentido, es decir, una invitación y presentación sobre qué es el Motín de Aranjuez.
Yo creo que van a venir cosas nuevas y creo que se va a notar la evolución.
¿Cómo creés que ha sido tu transformación artística a lo largo de los años?
La transformación es muy enriquecedora por donde lo mires, desde el lado social conoces un montón de gente.
El arte es cómo sentís, qué es la música, qué es desenvolverse en un escenario con total libertad y que la gente esté contenta escuchando tu música, el compartir con tus compañeros y que la ideología vaya caminando sobre esos son conceptos que antes no los tenías. Capaz no los experimentás por ahí con otra profesión, o con otra experiencia de vida, pero nosotros estamos viviendo un flash de cómo lo vas notando en tu experiencia artística y cómo vas evolucionando. Desde tocar en una fogata en su momento y que ahora es una herramienta que la disfrutás.
Se trata de eso, de siempre buscar algo con el que que vos te sientas cómodo en un ambiente donde pueda desarrollar bien.
¿Próximo proyecto?
El nuevo disco. Se vienen nuevas canciones que están a pleno craneando todo las letras Dieguito, Martín Castillo y Tobi Cocce. Y también vamos sacando algunas de las fechas como la del 17 de diciembre para cerrar el año.
Dónde naciste, a qué escuela fuiste, a qué club, dónde vivís ahora (barrio)
Nací en Bahía, fui al colegio Don Bosco y ahora estoy terminando en la Universidad Nacional del Sur la carrera de Ingeniería. En cuanto a clubes no miro fútbol, no miro tenis pero hice casi todos los deportes. Pero si tuviera que decir un club, fui a Pacífico a tenis, jugué al fútbol en las canchitas de Vieytes, e hice básquet también y sumo el Club Argentino. Ya de pibito me gustaba estar con personas, trabajar en equipo y es como que está todo relacionado y te vas dando cuenta cómo vas priorizando. Aunque tu formación viene gracias a la educación de tu familia, yo doy gracias todo el tiempo a eso, a que la familia te educa de una manera.
Actualmente vivo en el Barrio Los Horneros, llegando casi al Autódromo.
Ping pong
Un lugar: El jardín de mi casa.
Un libro: El extranjero
Un cómic: Iron Man
Una película: siempre me gustó la Ciencia Ficción. Interestelar la amo, me gusta la ciencia y todas las teorías que se tiran ahí, o sea, me parece una peli falopa que me gusta a mí (sic)
Una canción: Vivo de Gustavo Cerati
Un artista: Gustavo Cerati
Un museo o centro artístico: no soy mucho de ir a museos pero me gusta mucho la Biblioteca Rivadavia. Creo que es un lugar artístico muy importante para la ciudad y tiene que tomar la relevancia y empezar a elaborar con esas cositas que le dan importancia a Bahía.
Una obra de teatro: La Desgracia, de mi profe de canto Gise que le mando un beso.
Un recuerdo: El estar en mi casa, en mi primera casa, con mi familia y mi hermana jugando.
Por Julián Etchande
