Artemio Turpaud
¿Cómo te definís?
Me defino actualmente como artista multidisciplinario que se anima a hacer cualquier cosa.
¿Creés qué a los artistas se les tiene en cuenta a la hora de desarrollar nuevas políticas culturales en nuestro país?
Depende en tanto en que el artista se posicione y reclame en la participación, en la elaboración de propuestas y políticas culturales. En ese caso, sí.
¿Qué políticas culturales que se llevaron o llevan a cabo destacarías? ¿Qué nuevas políticas culturales creés que se deberían desarrollar? ¿Quiénes deberían participar en la definición de dichas políticas?
A nivel nacional sobre todo aquellas que estuvieron promovidas por colectivos de artistas que se alinearon con formas de lucha, de organizaciones populares y trabajadoras. Un ejemplo puede ser la Asociación Argentina de Actores.
Hoy en día muchas de las personas potencialmente, o sea, encaminadas a afrontar una formación y un crecimiento artístico no pueden acceder a los recursos materiales como para desenvolverse en esas disciplinas. Para mí una política cultural sería por ejemplo repartir instrumentos musicales, lienzos, óleos y pinceles en los lugares donde no los pueden comprar.
Y deberían participar los artistas, representantes barriales y lamentablemente funcionarios estatales.
¿Qué te parece la situación actual del arte?
A nivel nacional, mundial y universal el arte está muerto. Creo que hay siempre entre el cadáver una posibilidad de abono y de semilla. Siempre va a estar ahí porque es natural al hombre, al ser humano y a la humanidad.
Pensando en los últimos diez o veinte años, elija obras o muestras de otros artistas de Bahía que, a su criterio, son fuertemente significativas y cuente por qué.
Yo estoy la verdad siempre intentando ver en la medida de lo posible porque soy laburante también los días de semana y a veces se dificultan coordinar los tiempos, pero siempre me he acercado también con propuestas mías para participar.
Me gusta destacar siempre que fueron jornadas de lucha estudiantiles artísticas y políticas en donde se involucraba algún hecho artístico como para lograr contacto y comunicación con el ciudadano y la ciudadana de a pie.
¿Qué dificultades encontrás trabajando en Bahía? ¿Qué beneficios?
Bahía es un lugar donde te aman y te odian, y los que te aman te odian y los que te odian te aman. Podríamos estar con un millón de cafés para hablar todo lo que hay que hablar al respecto.
¿Con qué otros artistas estableciste relaciones? ¿en qué lugares?
Bueno quiero nombrar a Javier Bruno que es un fotógrafo tremendo que también participa en algunas propuestas visuales y literarias. Me acompañó en lo que fue mi último trabajo, la Instalación Performática Quitapenas, donde realizó el montaje y la cooperación de alguna de las piezas que estuvieron montadas.
¿Cuándo empezaste a interesarte por el arte?
Yo creo que desde chico, desde que nací, ya que abrís los ojos y ves una obra de arte o el oído y escuchás algo que te cautiva y lo perseguís, lo buscas y querés saber cómo se hace.
¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente?
Yo creo que siempre quise poder agarrar una guitarra o escribir un poema y que le llegue a alguien por algún medio de difusión que involucra una estructura de oficio, de profesión, de comercio y de trabajo.
¿Cuáles son tus influencias o referencias más directas?
Al nivel de lo que estoy haciendo me gusta mucho Marina Abramović. Ella es alguien con la que me inspiro mucho al momento de más o menos fundamentar lo que es mi praxis artística dentro de lo que es la performance.
Después tengo esas influencias que debe tener mucha gente que son de los grandes nombres que te marcan. Poder escuchar un disco de Chopin y que sientas los martilleros en el pecho eso te hace vivir por ejemplo.
¿Cómo definirías tu obra? ¿sentís que ha habido algún tipo de evolución en tu obra?
Yo creo que mi obra se define como animarse a hacer porque yo no tengo un impulso expresivo. Encontré la manera de poder compartirlo y creo que eso es una forma de inspirar porque mucha gente tiene que hacer un camino para expresarse.
¿Cómo creés qué ha sido tu transformación artística a lo largo de los años?
Yo creo que pasé de ser fan de algo que me gustaba mucho, que quería imitar, o de alguna forma rendir tributo a un artista que conceptualmente siempre pensé mucho desde la metarreferencialidad del trabajo. Y ahora, que ya me gusta pensar menos, voy a lo más obvio, más sutil, más sintético. Antes me escapaba del barrio chino o de la gente que tenía un yin y un yang como adorno, me parecía muy corriente quizás, pero ahora veo que encontrar en determinados lugares esos símbolos es parte del misterio del arte.
¿Próximo proyecto?
Actualmente estoy trabajando con lo que es esa marca que entre comillas es instalaciones performáticas. Estamos preparando junto a tres integrantes más una obra inspirada en algunas cuestiones del trabajo de Marina Abramović, que es una continuación de un proyecto iniciado en el año 2019.
Dónde naciste, a qué escuela fuiste, a qué club, dónde vivís ahora (barrio)
Nací en América. Fui a muchas escuelas. En cuanto a club me tira mucho Villa Mitre pero no necesariamente estoy comprometido con una hinchada. Y actualmente vivo en Barrio Universitario.
Ping Pong
Un lugar: Granada, en Andalucía.
Un libro: “La vida es un sueño” de Pedro Calderón de la Barca.
Un cómic: La muerte del Capitán Marvel
Una película: Alphaville
Un artista: Me gusta muchísimo Lito Nebbia, creo que hay que conocerlo más en todo el mundo.
Un museo o centro artístico: Nombrando un espacio local me gusta muchísimo lo que se está haciendo en Ferrowhite.
Una obra de teatro: Una local que me haya gustado muchísimo “a propósito del tiempo”, donde lo vi actuar a mi maestro Oscar Pasquaré.
Un recuerdo: Estoy manteniendo lapsos de amnesias bastante frecuentes.
Por Julián Etchande
