El cubanito es mucho más que una golosina: es un símbolo bahiense, un sabor que atraviesa generaciones y que sigue acompañando los paseos por el Parque de Mayo, las ferias y las tardes familiares.
Desde hace tres ediciones, la Municipalidad de Bahía Blanca, a través del Instituto Cultural, impulsa esta fiesta que ya forma parte del calendario afectivo y productivo de la ciudad.
La Fiesta del Cubanito celebra esa identidad compartida —la de una comunidad que se reconoce en sus tradiciones y las reinventa desde el trabajo, la creatividad y el encuentro.
Cada cubanitero, cada carro, cada historia es parte de un entramado que nos conecta con nuestra infancia, con nuestros barrios y con la manera bahiense de disfrutar el espacio público.
Pero la fiesta también es motor económico y cultural: genera trabajo para productores locales, técnicos, bandas, food trucks y emprendedores gastronómicos. Detrás de cada cubanito hay una red de oficios, saberes y afectos que hacen posible esta celebración colectiva.
Identidad, producción, memoria y alegría.
Eso también somos cuando compartimos un cubanito.






