Lo primero fue un huracán. Apenas iniciada la gestión, el huracán, y las escenas que todos vimos y vivimos, el dolor, el desconcierto, y después la reconstrucción. Comenzar fue rearmar la ciudad, un poco acá, un poco allá, con unos, con otras. El verano fue un Verano para Armar, fue un verano de músicos, titiriteros, kamishibai, 2 o 3 generadores eléctricos yendo de un escenario a otro, 2 o 3 Papá Noel yendo de un barrio a otro, fue Pla Pla, 20 músicos, 1 presentador, 4000 personas acá, 5000 personas allá, 1 compañía teatral, 2 circos, 3 estatuas vivientes, meriendas, feriantes, plazas, fue Relámpago, Techno BB, noches de cine argentino en el patio de un museo.
Estos primeros seis meses de gestión han tenido esa marca: hacer colaborativo, hacer descentralizado, hacer entre muchos. El año transita por esas coordenadas. Una oportunidad para revisar nuestras ideas sobre cultura y plantear un compromiso renovado con las políticas culturales públicas y los derechos culturales de los y las bahienses. Armar, rearmarnos. De dónde venimos, cómo hemos aprendido a ayudarnos y trabajar juntos, a dónde queremos ir.
Memoria, Diversidad y Futuro podría ser el título de esta historia.
Reconocer en la cultura lo que le da sentido a nuestro habitar en común esta ciudad que queremos, para que haya vida en los números de un informe, y nuestras historias, rostros, nombres, cuerpos y encuentros sean la medida de las cosas.
Natalia Martirena / Secretaria de Cultura