El lenguaraz: Los Clubes, un espacio para la danza folklórica

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“Historial de las Peñas folklóricas bahienses”: Los Clubes, un espacio para la danza folklórica. 

 

Como lo destacamos en las primeras publicaciones, Bahía Blanca no resultó ajena al empuje que la propagación peñera del país produjo en las décadas de 1950/60; es más, hacia fines de la década de 1940 había familias que en nuestra ciudad se reunían en informales encuentros para la práctica de danzas nativas, las que eran recreadas a través del material discográfico existente, de limitada difusión y de poca llegada al público.

Peñas folklóricas

De allí en más el folklore fue captando inquietudes y acercamientos a las manifestaciones vernáculas, tanto en la época de mayor efervescencia que la actividad telúrica exhibió en la década de 1960 como en los años posteriores donde se dio un culto inverso proporcional a ella, que, en palabras del periodista Roberto Oña, en La Nueva Provincia del 29/07/1990: “(…) cuanto más el folklore mermó su atractivo en las “vidrieras” nacionales, más se acrecentó en el común sentimiento ciudadano para practicarlo en las peñas”.

Uno de los espacios, que permitió y propició la proliferación de Peñas ‘folklóricas’ de danzas en el ámbito bahiense, fue el de los Clubes; quienes, además de su actividad deportiva, cumplen también con una función social, sea ésta para sus adherentes o bien para los vecinos del barrio. Fue aquí donde, por iniciativa de sus directivos, se incorpora la enseñanza del folklore como una disciplina cultural que podían ofrecer a sus asociados. Condición para ello: instituir una subcomisión y representar al Club.

Peñas de folklore en Bahía

De aquí que, en nuestra ciudad, no hubo institución deportiva, ya sea del sector céntrico como también en los barrios, que no tuviere su Peña ‘folklórica’ de danzas.

 

Ejemplo de esto lo hallamos ya expirando la década del ’40 con “Samay Huasi” del Club Argentino. En los ‘50 con “Universitaria”, luego “Purún Poyen”, del Club Universitario. En los ’60 con “Hanan Pacha” del Club Olimpo. En los ’70 con “Huella Sureña” del Club El Nacional, más tarde del Club Olimpo; “Atahualpa Yupanqui” del Club Pacífico; “Murhüen” del Club Villa Mitre; “Juan Manuel de Rosas” del Club Barracas Central; “Tupá” del Club Bella Vista; “El Fortín” del Club Soulas de Gral. Cerri; “Cona Malal” del Club Tiro Federal; “El Rancho” del Club La Armonía; “Fortín bahiense” del Club San Martín, luego del Club Km 5; “La Tacuarita” del Club Libertad; “Grupo Folklórico Argentino” del Club Defensores del Sur e “Indio Calfueque” del Club Las Colonias, ambas de Ing. White; “La Fortinera” del Club Almafuerte y “Nuevas Tradiciones” del Club Pacífico de Cabildo. En los ‘80 con “Fogón Nochero” del Club Villa Harding Green; “El Ombú” del Club Noroeste; “La Sureñita” del Club La Falda; “Martín Fierro” del Club Tiro Federal; “Fortín Sur” del Club Independiente y “La Mañanita” del Club Colón.

 

Llegados los años ’90, las políticas económicas nacionales determinaron a muchos Clubes a priorizar sus actividades deportivas y las Peñas ‘folklóricas’ de danzas, que aún continuaban al cobijo de aquellos, irán perdiendo su espacio cultural. Algunas dejarán de funcionar, otras deberán emprender un éxodo hacia Sociedades de Fomento, entidades Sindicales o establecimientos educativos. La excepción será la Peña Folklórica “Purún Poyen”, que aún continúa perteneciendo al Club Universitario de Bahía Blanca.

 

 

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