Archivo del presente: José Luis Gaddi

Escrito por

José Luis Gaddi

 

¿Cómo te definís? 

Como un laburante, técnico de teatro y un apasionado de su trabajo.

 

¿Creés qué a los artistas se les tiene en cuenta a la hora de desarrollar nuevas políticas culturales en nuestro país?

En Argentina en general a través de muchos proyectos que bajan de Nación, Provincia y en particular en lo local desde el Instituto Cultural, sí son tenidos en cuenta. Además cada vez con más participación y más apertura que es lo que alcanzo a apreciar.

 

¿Qué políticas culturales que se llevaron o llevan a cabo destacarías? ¿Qué nuevas políticas culturales creés que se deberían desarrollar? ¿Quiénes deberían participar en la definición de dichas políticas?

A través de los 25 años que vengo laburando han pasado varias políticas  culturales de diferentes visiones. De lo que es la cultura local sobre todo, han sido partícipes de políticas culturales algunos mejores y otros no tanto. Este es un buen momento que estamos pasando en el que las políticas culturales tienen una apertura y una participación. Por eso estoy bastante contento de que estemos pasando esto.

En referencia a nuevas políticas, esa es una pregunta para José Ignacio González Casali como Director del Instituto Cultural. Las políticas se marcan desde ese nivel, si yo tuviera que decirte que opino en ese sentido o qué nuevas políticas yo diría que sigamos profundizando por el camino en el que estamos. Hay que profundizar en qué mejorar pero es por ahí, porque hay un rumbo.

Yo creo que el espectro artístico o cultural de Bahía Blanca es amplísimo y que todos tienen su cuota de palabra, o por lo menos hablando de políticas culturales. En la participación del otro hay un buen nivel de diálogo y considero que tienen que estar todos obviamente. Nosotros en Bahía tenemos la posibilidad de una cultura o una sede artística muy rica por lo tanto tiene que estar todos desde el dramaturgo, escenógrafo, el artista, el director de Cultura y el tipo que vende los ticket. Ese es un conglomerado de gente que hace a la cultura, que no es una sola persona, tienen que estar todos porque es absolutamente necesario.

 

¿Qué te parece la situación actual del arte?

Es muy interesante. En ebullición, la pandemia nos obligó a generar nuevos formatos de cultura, vía streaming, y todo eso que pasaba por una computadora. El volver al contacto es como que hay un desborde de oferta. Nosotros tenemos una cultura muy rica en Bahía Blanca entonces nuestras agendas están explotadas. Hay una oferta de cultura de artistas que hoy en día es muy interesante, yo creo que es un buen análisis para los sociólogos el post pandemia y cómo reaccionó el ámbito cultural que fue muy castigado. No era una necesidad la cultura y después se dieron cuenta que sí, pero mientras tanto había otras necesidades o prioridades que solucionar. Los compañeros que estaban de técnicos y artistas pasaron momentos duros, entonces ahora es como yo lo vivo como una liberación que hace que nuestra cultura nos desborde por todos lados.

Las salas están todas decoradas con proyectos, con ideas y nosotros ya estamos trabajando desde el Teatro Municipal con la agenda del primer semestre del año que viene. Eso es una locura que pase acá, que se está replicando en algunas ciudades importantes del interior.

 

Pensando en los últimos diez o veinte años, elija obras o muestras de otros artistas de Bahía que, a su criterio, son fuertemente significativas y cuente por qué.

Todas las propuestas son interesantes. Específicamente para la ciudad no sé porque nosotros tenemos un Teatro muy local.

Teníamos una charla hace unos años atrás con la gente que hace dramaturgia y los escritores llegamos a la conclusión que no tenemos una dramaturgia local por lo tanto no tenemos una actuación local.

Atilio Zanotta hizo alguna cosa referente a lo local con obras emblemáticas en la que se menciona al sector del Polo Petroquímico. Era un tipo muy local solo entendíamos los que estábamos aquí  pero no hay una referencia fuerte, sí hay obras emblemáticas que han pasado por el Teatro Municipal que han marcado sobre todo hablo de lo personal.

Si tengo que hacer un listado de obras sería interminable pero tengo que mencionar una que se me viene así como naturalmente Pepe Cibrián, una obra que se llamaba ‘Marica’. Tremendo, una sola persona en el escenario desplegando todo y con la poesía muy fuerte de García Lorca, eso fue una cosa muy impactante.

Y de lo local para no quedar mal con el resto no tengo que decir nada (sic)

 

¿Qué dificultades encontrás trabajando en Bahía? ¿Qué beneficios?

Tengo que empezar diciendo que soy un privilegiado del laburo. Ser técnico teatral en el Teatro Municipal no es un detalle menor, es una ventaja trabajar en este lugar. Yo conozco casi todas las salas de Bahía, he trabajado como técnico o haciendo arreglos, reformas y me convocan para eso. Desde arreglar el telón hasta una sugerencia en la acústica de la sala.

Y las dificultades las propias que tenemos en todos lados. Si tengo que hablar desde lo puramente técnico estamos tratando, a través de la Asociación de Técnicos de las Artes en Vivo, de instalar la necesidad del técnico. De hecho yo me la paso siempre dando alguna charla o algo que tiene que ver con generar conciencia en que el técnico es necesario.

 

¿Con qué otros artistas estableciste relaciones? ¿en qué lugares?

Con todos los artistas locales he tenido al menos un encuentro en los últimos 25 años que tiene que ver con la relación del técnico y el artista. A nivel fuera de la ciudad con todas las obras que también los productores te ponen en contacto con el mundo. Yo debo tener una agenda  telefónica de dos mil y pico de contacto, entonces algunos son esporádicos y es muy loco porque te llama gente que dice “hola te acordás de mí yo pasé hace 5 años por el Teatro” y dependiendo de quién sea me acuerdo o no. Pero es mi laburo y sobre todo lo que estoy haciendo ahora es participar en la construcción de la agenda, eso también me pone en contacto previo con los artistas. Ya estoy hablando con gente que va a venir a fin de año.

 

¿Cuándo empezaste a interesarte por el arte? 

Yo siempre fui un buen oyente desde lo musical, siempre me gustó leer y fui un buen espectador del teatro. Incluso el tema es que cuando empiezo a trabajar como técnico en el Teatro Municipal me cambia el enfoque, ya no soy espectador y soy parte del juego. Yo te diría que ahí se empezó a perfilar el José Luis interesado en la cultura y en lo artístico. No hay un momento, yo te diría que debería ser el 1 de octubre de 1997, cuando entré a trabajar en este teatro y me cambió la cabeza.

 

¿Cuándo decidiste dedicarte profesionalmente?

Mi oficio es la carpintería, yo soy un egresado del Instituto Técnico La Piedad. El oficio fue el que me permitió y el que me abrió las puertas para entrar en la construcción de escenografí­as en el Teatro Municipal.

Una vez que estoy acá adentro empiezo a perfilarme como un técnico teatral, dejo de lado el oficio y me concentro en ser un buen técnico teatral. Además la especialidad como maquinista teatral no es una especialidad que puedas ir a aprender. La Escuela de Teatro forma iluminadores, maquilladores, escenógrafos, etc, pero que monten la escenografía en el escenario y que la hagan funcionar eso es el maquinista teatral. Eso no se enseña en ningún lado, es transmisión oral y yo aprendí de mi jefe por iniciativa propia conectándome con lo que estaba disponible en el año 1999.

Y después en lo cotidiano trabajando con gente que venía del Teatro Colón, del Teatro Argentino de La Plata, las compañías privadas que venían de la mano de los productores que traían su propio equipo técnico y yo era un tipo que estaba todo el tiempo observando.

De esa manera me fui perfilando como un profesional porque tengo la idea de que si yo no estoy a la altura de la propuesta artística, de alguna manera no la estoy transmitiendo bien. Por lo tanto estoy perjudicando a la persona que mantiene todas estas ruedas girando que es el espectador que con su entrada paga por ver un producto.

 

¿Cuáles son tus influencias o referencias más directas?

Tengo que hablar de Juan Castro mi jefe técnico cuando empecé a trabajar en el Teatro Municipal y el que me transmitió   todo su saber.

Rubén Vidal que fue el maquinista al que yo reemplacé y aprendí mucho de lo que tiene que ver con escenografía, con montaje y asistencia de escenario.

Hay otras figuras de fuera de la ciudad que fueron muy importante para mí, como Fabián ‘El Chapu Lanza’, jefe de técnica del Complejo La Plaza.

 

¿Cómo definirías tu obra? ¿sentís que ha habido algún tipo de evolución en tu obra?

En este momento en particular me considero un divulgador, un tipo que participa en la Asociación de Técnicos de las Artes en Vivo de Bahía Blanca y tratando de que mis compañeros de trabajo tengan un horizonte. Ahora vamos a retomar un convenio con la Escuela de Teatro para que haya pasantías o prácticas profesionalizantes, que nos vengan a ver laburar a nosotros y que participen. También que nos vean trabajando en algún montaje y en alguna prueba de sonido como para que vayan viendo de que hay un futuro en el oficio del técnico.

Por otro lado estoy con un programa de formación de bailarines, por segundo año consecutivo, en una academia local con Laura Hernández como directora. Ella me convocó para que un grupo de bailarines que quieren trascender en la ciudad vayan un poquito mejor armados en algunas especialidades en las que incluye la técnica teatral, lo que me parece muy interesante y me considero eso hoy en día un divulgador del oficio del arte.

 

¿Cómo creés que ha sido tu transformación artística a lo largo de los años?

La tecnología, hoy estamos en un mundo tecnológico a raíz de los nuevos equipamientos que se compraron a través de la reforma que se hicieron en el Teatro. También se renovó equipo de sonido y de luces, ahora mis compañeros hacen trabajo de programación a través de sus tabletas y la consola está en el fondo de la sala y se ecualiza el sonido al lado del músico, por ejemplo.

Claro que nos falta pero tiene que ver con un principio tecnológico, lo que hoy es nuevo el día después ya no en el sentido de que siempre hay algo mejor.

La tecnología nos permite más versatilidad, mejor rendimiento, luces de menor consumo, etc. Vino a solucionar un problema no solo de iluminación sino de recalentamiento de cables de temperatura entre otras cosas.

En mi rubro como técnico maquinista no ha cambiado, nosotros no tenemos cambio tecnológico seguimos usando el martillo, el clavo, las sogas.

 

¿Próximo proyecto?

Estoy enganchado con esto del programa de formación, me parece que voy a ubicarme más firme en eso si me convocan nuevamente. Por ahí, también, lo desarrollo como un proyecto propio porque ya te digo esto de divulgar me parece que es un laburo.

Y en los ratos libres sentarme con gente, sobre todo con alumnos de Escuela de Teatro y del Conservatorio de Música también.

 

Dónde naciste, a qué escuela fuiste, a qué club, dónde vivís ahora (barrio)

En la ciudad Bahía Blanca. Fui a la Escuela 54 del Barrio Obrero toda mi primaria, y toda la secundaria en el Instituto Técnico La Piedad donde me formé como técnico en el oficio de la carpintería.

En cuanto a club por cercanía a Villa Mitre, soy de ahí. Y ahora estoy viviendo en la zona céntrica por una cuestión de comodidad pero viví 45 años en Villa Rosario.

 

Ping pong

 

Un lugar: Me gustan las sierras

 

Un libro: Carlos Ruiz Zafón con la saga de la Sombra del Viento, es un libro que lo leería por tercera vez todos pero también está Brida de Coelho que lo leería por tercera vez también.

 

Un cómic: no consumo, me declaro incompetente.

 

Una película: la trilogía de El Padrino es como una joyita del cine.

 

Una canción: ahora estoy escuchando mucho Clara Cantore pero también vuelvo a Sui Generis y luego paso a Piazzolla sin escalas. Si tengo que definir una canción no quiero porque evito quedar mal con el resto de los artistas.

 

Un artista: De Niro, Al Pacino tienen actuaciones salvajes. Y de los locales hay un montón de buenos pero no los voy a nombrar así no quedo mal con nadie.

 

Un museo o centro artístico: Tengo un corazoncito puesto en el MAC (Museo de Arte Contemporáneo) porque fue un lugar que nos contuvo cuando el Teatro estuvo cerrado por reformas en el año 2019, 2020 y después la pandemia. Ahí pudimos hacer una tarea que yo creo que es una de las más importantes que pude experimentar con otro director y fuera del Teatro: pudimos hacer cerca de 100 funciones en 7 meses, fue una cosa de agenda salvaje.

 

Una obra de teatro: ya hablamos de la de  Pepe Cibrián y Lluvia Constante también.

 

Un recuerdo: algún viaje, la ruta, el paisaje tengo flashes de cuando viajaba haciendo gira con Maximiliano Guerra y llegar a un lugar, tener un paisaje nuevo. La Ruta 22 cuando estás a 45 kilómetros de El Chocón que se emerge de una loma y ves ese paisaje eso lo tengo como un recuerdo.

 

Por Julián Etchande

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