Archivo del presente: Giuliana Gottau

Escrito por

Giuliana Gottau

¿Cómo te definís?

Primero como militante política y en segunda instancia como artista.

 

¿Creés que a los artistas se les tiene en cuenta a la hora de desarrollar nuevas políticas culturales en nuestro país?

Creo que en parte sí. Pero no podría responder sí o no. Creo que muchas veces cuando hay voluntad política de un gobierno, cuando se tiene en cuenta la demanda de un sector como el del ámbito artístico cultural, sí. Aunque también sería como muy amplio decir el ámbito artístico cultural sin tener en cuenta las diferencias que existen en el sector.

Esto pasa cuando se escucha y se forma parte, creo que se representa de algún modo y se puede responder a demandas, a necesidades y ahí se puede tener en cuenta a la hora de tomar algún tipo de medida como por ejemplo en pandemia. Ahí creo que se atendió a la urgencia y después se fue como progresivamente intentando ir hacia un lugar más constructivo.

 

¿Qué políticas culturales que se llevaron llevan a cabo a nivel nacional destacarías?  

Puntualmente creo que en turismo se tomaron muy buenas decisiones. Esto también funcionó de algún modo como estímulo. Por ahí una política cultural puede cubrir emergencias y urgencias pero también después puede servir dentro del ambiente artístico cultural como estímulo. Llevar a cabo políticas un poco más complejas destinadas al sector turístico y que ahí entra también por supuesto lo cultural fueron como bastante ejemplares.

 

¿Qué nuevas políticas culturales crees que se deberían desarrollar en Argentina?

Creo que el sector está como muy bastardeado también en general. Una particularidad es que nuestros trabajos están muy pocos institucionalizados, son muy informales y todavía muchas veces el trabajo del artista el quehacer artístico no sé lo ve como un trabajo. Entonces eso es como un indicador de en qué lugar estamos. En ese sentido creo que apuntado hacia nuestros trabajos deberían quizás estar destinadas las políticas culturales

 

¿Quiénes deberían participar en la definición de dichas políticas?

Creo que la sociedad civil en su conjunto. Los sindicatos por supuesto, ya que nuestro país está muy sindicalizado entonces tienen que estar. Después también un montón de otras organizaciones de la sociedad civil, como puede ser un ejemplo la Red de Espacios Culturales Independientes en Bahía Blanca. Creo que ese tipo de organizaciones y de redes tienen que formar parte.

 

¿Qué te parece la situación actual del arte y la cultura?

Compleja. Durante la gestión macrista de Juntos por el Cambio pasó que cuando hay un Estado ausente los artistas, con su creatividad, desarrollaron un montón la capacidad de ser autogestivos e independientes. Aprendimos a hacer un montón de cosas y eso creo que es una característica importante del sector.

En algún momento el Estado tiene que reconocer eso y tiene que empezar a actuar, y después de una pandemia con un gobierno que no es macrista que quizás tiene otra perspectiva. Pero aún así mucha gente por ejemplo que trabajaba decidió vivir de ser artista porque podía, pero tuvo que dejar de hacerlo y eso es un problema bastante grande. Eso es algo que se reactualiza, que se está viendo mucho en el sector como el hecho de tener que salir a hacer otras cosas por fuera de lo que te formaste.

 

Pensando en los últimos diez o veinte años alguna obra muestra de otro artista de Bahía que a tu criterio sea fuertemente significativa y porqué

Recuerdo una de las últimas Comedias Municipales, El Arrebato. Quienes venimos viendo la trayectoria y experiencia de Virginia Pezzutti creo que tenemos muchas ganas de verla como directora y más en ese marco de la Comedia Municipal donde hay un montón de recursos que se facilitan y que no tenés que estar buscándolos porque también es gestora cultural y eso es muy llamativo porque también de algún modo hace a su trabajo. Creo que estuvo buenísimo el hecho de que lo destine a un público que quizás no es el que suele llegar a la Comedia ya que tiene como un fin llegar a otros públicos. Ellos lo apuntaron muy bien hacia juventudes por ejemplo y algo que me resultó muy interesante también es que haga un trabajo de campo que como la temática ésta estaba trabajada con la comunidad del breakdance, del hip hop.

No es que copio y pego algo de Broadway y lo traigo a Bahía, que es algo que sucede mucho sin ofender a la gente de la Comedia que yo vengo un poco también de ese palo. Y otra cosa muy interesante es que se abrió un poco también la convocatoria, no solo fue para actores y actrices, ya que tengo amigas compañeras que son bailarines y que estuvieron ahí.  De esta manera el elenco me pareció como muy diverso y muy abierto a cantar, bailar y que haya podido usar esos recursos, sumado a como interpeló a la sociedad.

 

¿Qué dificultades encontrarse trabajando en Bahía y qué beneficios?

Dificultades creo que los artistas pudimos como desarrollar un montón de herramientas en relación a la autogestión y demás que está buenísimo. Pero para poder avanzar y poder seguir construyendo y creando herramientas para nuestro bagaje cultural, cuando se te ponen trabas en la rueda eso te imposibilita.

Con palos en la rueda me refiero a que muchas veces un Municipio que tiene los recursos y demás no tiene que hacer actividades, tienen que tener políticas culturales y ahí es donde muchas veces nos quedamos muy trabados. Quienes somos artistas muchos militamos y tenemos un compromiso social muchas veces entonces cuando salís a la calle a cuidar lo que lo que lograste es lo que lograron los propios sindicatos, los propios trabajadores de la cultura. Eso te estanca, te cansa y ahí es donde digo bueno esa es una negativa. Aunque la verdad que es una negativa que viene después una positiva en términos de haber construido un montón de herramientas para nosotros.

En cuanto a beneficios creo que hay una calidad bastante importante y un montón de particularidades de los artistas del trabajo de la cultura a nivel local. Las ordenanzas como obras y no poder avanzar, que un Instituto Cultural y un municipio te ponga palos en las ruedas y no genere políticas culturales que acompañen eso creo que es una negativa.

¿Con qué otros artistas estableciste relaciones y en qué lugares de la ciudad? 

Trabajé mucho con artistas y tuvimos ese privilegio en Casa del Pueblo, trabajando mucho con Manuel Angelini que aprendí mucho como productor y como gestor cultural. También trabajé con él en la Suela Producciones y siento que aprendí como de las cosas más importantes para mí hoy día que me dieron perspectiva sobre el arte y sobre la militancia.

Hoy estoy produciendo un programa en Radio Nacional, con Camila Bresciano y Emilia Llull, que también son artistas. Camila es bailarina y Emilia es actriz y después la verdad que mucho por el trabajo y por afinidad con con artistas que quizás todavía aún no hemos hecho nada artísticamente, pero si trabajamos un montón en conjunto tanto en esto como una producción de un programa como programación de actividades en el que he hecho muchos años en Casa del Pueblo.

Después he trabajado con personas como Alejandra Vallebona, bastante tiempo como docente en la Escuela de Comedia Musical de Valeria Lynch y también en la Escuela de Danza me he cruzado con artistas de distintos ámbitos no solo una relación de docente-alumna sino también una relación de una cooperativa de trabajo como lo fue en Casa del Pueblo.

¿Cuándo empezaste a interesarte por el arte? 

Desde muy chica bailé un poco porque me gustaba y un poco también porque eso me interesaba y mi mamá me llevaba, estoy hablando cuando tenía 3 años,  empecé a hacer un poco de danza clásica. Después ya más de grande cuando tuve la edad adecuada fui a la Escuela de Danza, estaba en la murga de Ingeniero White y más adelante me interesaba mucho la escena, las artes visuales.

También un poco entendía que quizás para estudiar el arte uno separa la danza, teatro y las demás ramas artísticas pero después un poco todo se mezcla y hoy día como que estoy mucho más abierta.

¿Cuándo decidiste dedicarte de manera profesional?

No sé si hubo una decisión. Si pasó que estaba en la Escuela de Danza y yo estudiaba por otro lado Profesorado en Inglés y que no me interesaba terminarlo ahí, dándome cuenta que necesitaba hacer cosas porque necesitaba trabajar y también porque sentía que podía aplicar las herramientas. Entonces de algún modo ahí empecé primero militar y después a trabajar en Casa del Pueblo. Allí conformamos la cooperativa y creo que de ahí en adelante fue como ya un un empujón como para poder dedicarme de otra forma un poco más profesional.

 

¿Cuáles son tus influencias o referencias más directas?

Tengo referencias, como todo el mundo, un poco lejanas digamos. Principalmente creo que mis referencias más grandes y más directas quizás son personas más cercanas. Por ejemplo Sofía Fernández, Matías Sanders, el equipo de Perro Azul, entre otras.

A ellos los considero personas importantes también para la ciudad en términos artísticos porque creo que nos formaron un montón con talleres y con este encuentro que llaman El Semillero. Creo que nos llevaron a nosotros por un montón de recursos para los propios personajes culturales.

 

¿Cómo definirías tu obra y si sentís qué ha habido una especie de evolución en la misma? 

Siento que no tengo realmente una obra, no tengo algo que comienza y termina. Por ahora me gusta mucho más este trabajo de proceso. Igualmente creo que si ha habido transformación porque de hecho si hago un momento para mirar atrás y mirar para adelante siento que he aprendido rodeada de esta gente que admiro y entonces si hubo una transformación. Pero hoy día no tengo algo así cerrado. Me gusta mucho trabajar en conjunto.

 

¿Cómo creés qué ha sido su transformación artística en los últimos años?

Como creo que ha sido con otras personas. Y lo voy a decir brutalmente pero lo que te sirve de la persona que tenés al lado, ya sea en términos artísticos o cualquier otra cosa, es seguir transformando. Creo que el arte como la política son transformadoras y creo que ese es el camino.

Un próximo proyecto:

Vamos por la segunda temporada del programa Agendá Bahía, y ahí entraron un montón de otros proyectos como también trabajar entrevistas con artistas que te abre un montón de horizontes.

Además estoy trabajando con otro equipo en Casa de Pueblo que es también un proyecto para formarme un poco más, porque tengo la experiencia pero no tengo tanto de la formación y la necesito. Por último me voy a sumar a un taller de actuación frente a cámara dentro de poco así que vamos a ver qué surge de eso también que es algo que me interesa un montón.

 

¿Dónde naciste? En Bahía.

 

¿A qué escuelas fuiste? 

Fui a la escuela 3 Bernardino Rivadavia, y después me fui a una escuela que estaba en mi barrio, en Noroeste, que era semi privada y religiosa.

¿Te sentís identificada con algún club? 

No necesariamente, pero fui a un grupo más cercano a lo artístico. Igualmente un tiempo hice tenis, y en Olimpo siempre me sentí cercana con lo que tiene que ver con la comunidad.

 

¿Dónde vivís ahora? ¿En qué barrio?

Ahora en el Macrocentro y es que también cambia un montón venir de un barrio así hacía el centro.

Ping pong

Un lugar: Casa del Pueblo

Un libro: “ciudad feminista”

Un comic: conocí uno hace un tiempo y ahora no recuerdo el nombre, pero se trata de un hombre escarabajo.

Una película: “Esperando la Carroza”

Una canción: alguna del Ministerio del Beat

Un artista: Juli Avellaneda

Un museo o centro artístico: Museo del Puerto de Ingeniero White

Un obra de teatro: “la vida terrenal”

Un recuerdo: Son muchos recuerdos. Uno en el Teatro Municipal cuando ensayábamos en la Sala Payró, me acuerdo de los ensayos generales cuando íbamos con la Escuela de Danza. Esos recuerdos en el camarín por distintos motivos son muy buenos.

 

Por Julián Etchande

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